Hay cosas que son muy difíciles de explicar a un niño. Sobre todo
cuando no sabemos ni explicárnoslas a nosotros mismos. Cosas con las que
cenamos a diario, cosas que vemos una y otra vez y que enviamos al fondo de
nuestro archivo cerebral para que no nos intoxiquen el día a día.
Leer más en elasombrario.com
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario