Hay cosas que son muy difíciles de explicar a un niño. Sobre todo
cuando no sabemos ni explicárnoslas a nosotros mismos. Cosas con las que
cenamos a diario, cosas que vemos una y otra vez y que enviamos al fondo de
nuestro archivo cerebral para que no nos intoxiquen el día a día.
Leer más en elasombrario.comlunes, 25 de abril de 2016
Suscribirse a:
Entradas (Atom)