¡Toc, toc!, ¿hay alguien ahí?
Al comienzo de curso, ¡Oh, sorpresa!, comprobamos que, efectivamente, al otro lado del teléfono de su oficina y del correo electrónico corporativo, NO HABÍA NADIE. Supimos, extraoficialmente, que a la persona que tenía encomendada esa misión, no le habían renovado la comisión de servicios (que siendo una cuestión administrativa personal, parece que lleva implícito el cierre de la coordinación ACEX en Gipuzkoa).
... y eso, siendo malo, no es lo peor; nadie sabe a quién dirigirse, quién asume las responsabilidades y tareas tras la ausencia de la coordinadora.
Terceras personas que siempre han colaborado con nosotros, y que quieren seguir haciéndolo, se preguntan quién es el interlocutor para asuntos relacionados con las bibliotecas escolares: es el caso, por ejemplo, del Centro de Documentación de Literatura Infantil y Juvenil de Donostiakultura que, para organizar esa colaboración desinteresada, (sala para seminarios, sesiones de formación a cargo de su personal) necesita saber con quién hablar y, cuando nos lo preguntan, no sabemos qué responder.
No informar a los interesados de los cambios operados en su organización, las modificaciones en el organigrama, no sólo es una falta de consideración, sino un deficiente funcionamiento de la administración.
